Un río que se desbordó en minutos

Durante el fin de semana del 4 de julio de 2025, intensas lluvias provocaron una histórica inundación en el centro de Texas, especialmente en Kerr County y la cuenca del río Guadalupe. El agua subió abruptamente casi 9 metros en menos de una hora, arrasando viviendas, carreteras y campamentos.

El campamento cristiano Camp Mystic fue uno de los lugares más afectados, con al menos 27 muertos, entre niñas y consejeros. En total, se reportan más de 109 fallecidos y 160 desaparecidos.

Las críticas se centran en la falta de sistemas de alerta locales; Kerr County carecía de sirenas y muchas personas fueron sorprendidas dormidas por la crecida. El gobernador Greg Abbott anunció medidas para mejorar los avisos de emergencia.

Más de 850 personas fueron rescatadas gracias al esfuerzo conjunto de bomberos, Guardia Nacional, voluntarios y primeros respondedores mexicanos que acudieron para apoyar las labores de rescate. Los daños materiales superan los 20 mil millones de dólares, con miles de hogares destruidos.

Las autoridades y organizaciones civiles han desplegado ayuda inmediata para brindar refugio, alimentos y atención médica a los damnificados, pero la recuperación será larga y compleja debido a la magnitud del desastre y las dificultades de acceso a las zonas afectadas.

Diversas voces han pedido revisar las políticas de prevención y la infraestructura local para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir, enfatizando la necesidad de invertir en sistemas modernos de alerta y educación comunitaria sobre riesgos naturales.

Expertos relacionan la tragedia con fenómenos meteorológicos intensificados por el cambio climático, mientras las comunidades afectadas enfrentan el reto de la recuperación. La solidaridad de las comunidades afectadas ha sido fundamental para enfrentar esta crisis. Juntos, trabajan para sanar y prepararse ante futuros desafíos climáticos.