HIDRATACION: Aunque no tengamos tanta sed como en verano, el aire frío y seco puede deshidratarnos. Asegúrate de beber suficiente agua y, si prefieres algo caliente, tés e infusiones son una buena opción.

VÍSTETE ADECUADAMENTE: El frío puede afectar tu bienestar, así que usa ropa térmica o de lana y protege manos, pies y cabeza con guantes, bufandas y gorros. Un calzado impermeable es esencial para mantener el calor

EJERCICIO: El ejercicio fortalece el sistema inmunológico y mejora la circulación. Si no quieres hacer deporte al aire libre, prueba yoga, pilates o caminatas en interiores. También salir a caminar o trotar en la nieve puede ser revitalizante.

CUIDA TU PIEL: El aire frío reseca la piel. Usa cremas hidratantes más ricas y bálsamos para labios y manos. Aplica la crema inmediatamente después de la ducha para sellar la hidratación.

PREVENIR RESFRIADOS: Lávate las manos con regularidad y evita los cambios bruscos de temperatura. Considera la vacuna contra la gripe y toma medidas preventivas como cubrirte la boca al toser y evitar lugares muy concurridos.

CALIDAD DE SUEÑO: El invierno puede afectar nuestros hábitos de sueño, pero descansar bien es esencial para la salud. Mantén una rutina regular de sueño, duerme entre 7 y 9 horas, y asegúrate de que tu habitación esté cálida y cómoda.

Con algunos ajustes en tu rutina, es posible mantener tu salud en excelente estado durante el invierno. Alimentarse bien, mantenerse hidratado, hacer ejercicio, proteger la piel y prevenir enfermedades son clave para disfrutar de la temporada sin contratiempos. Recuerda que, aunque el frio puede ser un reto, con los cuidados adecuados, puedes mantener tu bienestar y aprovechar lo mejor del invierno. ¡Cuídate y disfruta de esta temporada con energía y vitalidad!