PHOENIX, AZ — Vivir en el Valle del Sol significa convivir con un clima extremo donde el calor seco puede alcanzar temperaturas superiores a los 110 °F durante el verano. En este ambiente, mantenerse hidratado no es solo un buen hábito, sino una necesidad que puede marcar la diferencia entre sentirse bien o sufrir un golpe de calor.

Lo que hace al calor de Phoenix particularmente peligroso es su baja humedad. En climas húmedos, el sudor permanece en la piel, haciendo visible la pérdida de líquidos. Pero en Phoenix, esa humedad se evapora tan rápido que muchas veces ni notamos cuánto estamos perdiendo. Esto puede llevar a una deshidratación silenciosa y progresiva.

¿Por qué es tan importante hidratarse?

El agua es fundamental para múltiples funciones del cuerpo:

• Regula la temperatura corporal
• Lubrica articulaciones y órganos
• Transporta oxígeno y nutrientes
• Favorece la digestión y eliminación de toxinas

Grupos más vulnerables:

Aunque cualquiera puede deshidratarse en Phoenix, hay grupos que deben extremar precauciones:

• Adultos mayores: su sensación de sed suele disminuir con la edad.
• Niños pequeños: pierden líquidos más rápido y no siempre comunican su malestar.
• Mujeres embarazadas o lactantes: necesitan más líquidos para apoyar el desarrollo del bebé y la producción de leche.
• Personas que trabajan o hacen ejercicio al aire libre: pierden grandes cantidades de agua con rapidez.

Consejos para mantenerse hidratado

1. Beba agua constantemente. No espere a tener sed. Necesita al menos 2.5 litros diarios.

2. Coma frutas y verduras frescas. Sandía, pepino y naranja ayudan a hidratar.

3. Evite café, alcohol y sodas. Pueden causar deshidratación.

4. Use ropa ligera y protéjase del sol. Evite el calor extremo del mediodía.

5. Conozca las señales. Mareos, fatiga y orina oscura indican deshidratación.